Armadores temen daños que puedan ocasionar cambios y mezclas de combustible
Las navieras no cesan su inquietud frente a la compatibilidad de los combustibles a utilizar el próximo año
La industria naviera mundial, a causa de la ya próxima aplicación de la normativa IMO 2020, está a punto de sufrir uno de los mayores cambios en su historia reciente en medio de fuertes preocupaciones respecto a los riesgos de seguridad que implicará para sus naves la adaptación a cambios nuevas mezclas de combustibles.
Según informó Bloomberg, la nueva gama de combustibles permitirá a los armadores cumplir con la normativa, alejándolos del actual esquema donde prevalece solo un tipo. Y, a pesar de tener características similares entre sí, los combustibles que cumplen con los requisitos de IMO 2020 pueden fabricarse a través de diferentes procesos de refinación, lo que significa que no deben mezclarse.
«Esperemos que no haya accidentes, esa es mi preocupación», dijo Guy Platten, secretario general de la Cámara Marítima internacional (ICS, por sus siglas en inglés), que representa a los armadores del 80% de la flota mercante mundial. «Los armadores se preparan lo mejor que pueden», aseguró.
Aunque tales preocupaciones de seguridad no son nuevas – la ICS ya advirtió hace 16 meses que preveía asuntos «potencialmente serios» – se están volviendo más apremiantes amedida que la fecha límite para el cambio se acerca. En un plazo de 3 meses y medio, la mayoría de los buques limitarán el contenido de azufre en el combustible que usan al 0,5%, frente al 3,5% actualmente utilzado.
Platten dijo que un aspecto que ayudaría a mitigar los riesgos de incompatibilidad son las licencias obligatorias para los proveedores de búnker para ayudar a asegurar que los buques obtengan el producto que han vendido.
El riesgo de las mezclas
Para estar listos a tiempo, los buques deben empezar a utilizar pronto sus últimos suministros de búnker de alto contenido de azufre para reemplazarlos con las nuevas variedades, según Mark O’Neil, presidente de Columbia Shipmanagement, que gestiona unos 380 buques y emplea a 15.000 personas. Otras navieras están instalando depuradores, lo que les permitirá seguir quemando el producto de alto contenido de azufre actual, que se espera que sea más barato.
Sin embargo, los combustibles que cumplen con los requisitos de IMO 2020 pueden fabricarse de diferentes maneras. Puede ser a partir predominantemente de los residuos que quedan después de que el crudo ha sido refinado, o bien combustibles similares al diesel conocidos por los traders del sector como «destilados». Tales productos no necesariamente pueden ser mezclados.
Falla catastrófica
«Si su ingeniero jefe pone un combustible bajo en azufre encima de otro combustible bajo en azufre y son incompatibles, usted puede tener una falla catastrófica del motor, una avería del buque en el mar o todo tipo de problemas enormes», dijo O’Neil.
Las mezclas incompatibles de fueloil crearán desafíos operativos y logísticos, pero las líneas navieras deberían ser capaces de obtener combustibles compatibles en la mayor parte del mundo, según Richard Chatterton, analista de BloombergNEF basado en Singapur.
Los buques que no tienen rutas comerciales fijas, los llamados «tramp ships», son los que corren mayor riesgo de enfrentarse a complicaciones con compatibilidad, por lo que podrían verse obligados a cambiar al gasoil cuando surjan problemas, dijo.
Por su parte, la OMI afirma que los armadores pueden reducir drásticamente cualquier riesgo de seguridad mediante una buena gestión: «Naturalmente, hay preocupaciones al respecto porque potencialmente vamos a tratar con una mezcla de combustibles», dijo Edmund Hughes, un funcionario de la OMI involucrado en la implementación de las nuevas regulaciones. «No voy a decir que no hay riesgo. La forma de gestionarlo y mitigarlo es a través de buenas prácticas, que ya se aplican en el sector marítimo», manifestó.
En general, el combustible estará disponible, incluso si puede haber alguna escasez localizada, dijo, y agregó que la OMI también estudió la posibilidad de conceder licencias a los proveedores, pero algunos países miembros se resistieron a ese enfoque, explicó finalmente
Daniel Bosch Wood
Abogado Maritimista
LLM Southampton
Las Palmas de Gran Canaria